Un contacto me pasó el número de Mayte, con quién me puse en contacto mientras estaba en las islas. Yo tenía trabajos en las madrugadas hasta las 5 am, luego me iba al hotel, dormía 3 a 4 horas y aprovechaba el tiempo para conocer Galápagos. Primera vez en mi vida y con todos los gastos pagados.
En la primera isla, quedamos con Mayte un lunes a las 4 pm para vernos en el malecón, esta vez, no hubo tiempo para moodboard, ni bocetos, ni exploración del lugar; eso sí, llevé trípode, y un par de objetivos. Empezó a calentar y comenzamos a realizar la sesión, sin dirección artísiticas, en medio de ese hermoso lugar, a medida que el sol iba cayendo. Fue casi una hora, ella tenía cosas que hacer, y yo tenía que ir a dormir para levantarme temprano e ir a la siguiente isla, dos horas en lanchas.
Quedé muy agradecido con Mayte y con su talento.